CINE BIZARRO: HELL OF THE LIVING DEAD (APOCALIPSIS CANIBAL)

Las centrales químicas HOPE están situadas en países del tercer mundo, su fin es el de mejorar la vida de sus habitantes. En la central situada en Papúa-Nueva Guinea ocurre un desastre, el Módulo Antares circunscrito al proyecto Sweetdead ha tenido una fuga: el gas que vierte es tremendamente tóxico, mata a quien lo respira y convierte a los muertos en voraces zombies.

El director de esta italianada junglera es Bruno Mattei (Terror en el Convento, Emmanuelle en Prisión, Zombi 3, Scalps Venganza India (comentada en Octubre del 2013) acompañado de Claudio Fragasso (Leviatán, La Casa 5, Año 255 Después del Holocausto, Scalps Venganza India (también)

En el reparto destacaremos a: Margit Evelyn Newton (La Viuda del Tonto, La Mano de Hierro de la Mafia, Las Aventuras de Hércules), Franco Garofalo (El Asesino del Cementerio Etrusco, El Desafío de Hércules, Los Ojos de las Estrellas), José Gras (Cambio de Sexo, Neumonía Erótica y Pasota, Los Violadores, La Conquista de la Tierra Perdida), Josep Lluís Fonoll (La Desnuda Chica del Relax, Jóvenes Amiguitas Buscan Placer, Las Aventuras de Zipi y Zape, los Supercamorristas)

Estamos ante una italianada junglera (y en este blog ya van unas pocas, me encantan), en este caso es una coproducción hispano-italiana; como toda italianada junglera que se precie tendremos zombies a cascoporro; en esta cinta no tendremos demasiadas sorpresas al respecto, son lentos, muy lentos y quizá un poco blandos, bueno más blandos que la mierda de pavo, la verdad; como muestra ahí os pongo un video:

De hecho en gran parte de la película los actores se encuentran rodeados de zombies y no huyen despavoridos o les afecta poco e incluso se chulean de ellos; hay una conversación que tienen dos de los protagonistas cuando se le acercan a ellos un grupo de zombies, el galán machote (con bigote) le dice a la bella zagala para tranquilizarla: No te preocupes, quizá sean borrachos, o sean leprosos, quizá tengan intenciones pacíficas… Bravo muchacho, con dos cojones.

Se matan como los de siempre, con fuego o con un tiro en la cabeza; claro que hasta que lo averiguan fríen a tiros a unos pocos para ver como eso solo les frena un poco (una escena nunca vista en el cine ¿verdad?), a pesar de averiguarlo los mercenarios protagonistas de la película no dudan en desperdiciar munición a cascoporro por si lo de la cabeza es verdad en todos los casos (mejor probar ¿no?). La mitad de los mercenarios (dos) son feos para asustar y de los pocos actores españoles que salen tampoco es que hayan hecho un casting de modelos.

En esta cinta los zombies los tenemos de cuatro clases, el más común, el zombie paliducho:

Una versión del anterior, el zombie paliducho con un exótico tono verdoso:

Uno bastante poco común en las pelis de este género: el zombie moreno:

Y el zombi arquetípico de las italianadas jungleras, ese que solo puedes ver en estas pelis: el zombie con una mierda en la cabeza:

En esta peli tendréis sangre, gore y tetas; aunque tetas solo las que os pongo debajo y el momento en el que salen es absolutamente glorioso por su gratuidad y surrealismo: los protagonistas (4 mercenarios y 2 periodistas) llegan cerca de un poblado indígena pero de lejos escuchan tambores y no se fían, entonces la chica plantea la solución: Solo podremos entrar de una manera… y se saca las tetas (aplausos generalizados), ante el estupor provocado en nuestras mentes después vemos que en realidad lo hace para pintarse y camuflarse entre los de la tribu; aún así canta por bulerías la chavala rodeada de aborígenes negros como tizones:

Como era esperable la película tiene momentos de enorme cutrez (el bajo presupuesto es lo que tiene), al principio vemos como hay un accidente radioactivo en la central química y los operarios llevan una seguridad extrema… con capuchas abiertas por debajo; tan abiertas están que a uno de ellos se le mete una enorme rata dentro del traje por esa abertura, lo que provoca uno de los momentos más hilarantes de la cinta, cuando finge que tiene la rata dentro moviendo su propia mano por dentro del mismo. Otros momentos hilarantes los tendréis con un contador geiger que al no tener pilas (o que no funcionaba, vaya usted a saber) el propio actor debe Moner el dial para que la aguja se ponga en la zona roja y, sobre todo, con el zombie que se sube al coche en marcha (con un par)

Si os animáis a ver esto (yo os animo, pero solo si os gustan las italianadas jungleras, si no pasad de ella como de comer mierda en el parque) veréis zombies de todas las edades: el zombie niño es muy tierno y los zombies de la tercera edad son escalofriantes; también veréis escenas de documentales, algunas de ellas rodadas en África pero ¿Quién se fija en esas cosas?