La Mansión
de la familia Beal tiene un pasado bastante lúgubre, varios miembros de dicha
familia han muerto asesinados o se han suicidado dentro de sus cuatro paredes;
es por ello que el director de cine Eric Hartman se traslada allí para rodar
una película de terror, una película con un rodaje bastante problemático pero
que se convertirá en una autentica pesadilla cuando los muertos comiencen a
levantarse de sus tumbas…
El director de este filme
es Paul Harrison que solo ha dirigido esta película y algunos episodios sueltos
de series de televisión, estoy seguro que su carrera no fue muy pródiga porque
es un director malo con agonía.
Entre los actores alguna
cara conocida: John Ireland (Chicago Años
30, Espartaco, 55 Días en Pekin, Salón Kitty), Faith Domerge (Donde Habita el Peligro, Regreso a la Tierra, Surgió del Fondo
del Mar, Viaje al Planeta Prehistórico), John Carradine (Monstruos Hambrientos, Legado Sangriento,
Terror en el Museo de Cera, Shock Waves (comentada en este blog el mes
pasado).
Lo primero que puedo decir
de esta cinta (que podréis encontrar en castellano como La
Maldición de los
Siete Cadáveres) es que es lenta, muy muy leeeeentaaaaa, en la primera hora
de película asistiremos al rodaje de la película de terror, un rodaje tortuoso
en el que tenemos un director temperamental, una actriz entrada en años que
añora su pasado, una actriz joven y prometedora a la que su novio no le hace ni
caso, un galán trasnochado aficionado a la bebida, el Libro Tibetano de los Muertos, etc; y como las relaciones ente
ellos dificultan el rodaje ¿Cuál es el problema? Que sus relaciones y sus
problemas a nadie le importan una mierda, el espectador ha venido a ver una
peli de zombies y el primero y único aparece en el minuto 58.
Pues sí, por si no lo habíais
notado por el cartel y la entradilla esta es una peli de zombie(s), pero no os emocionéis
ya que zombie solo hay uno y da poco miedo, además que no es un zombie furioso
sediento de sangre precisamente, es uno de esos zombies arrastraos (los
clásicos de Romero) y asfixiantes ¿a que me refiero con esto último? Pues que
cuando te mata no te muerde y te saca las tripas, se conforma con asfixiarte y
a por otra persona (un poco aburrido todo, hasta el zombie).
Las actuaciones no destacan
por malas (aunque hay un par de escenas de terror sobreinterpretadísimas
bastante graciosas), son el guión y la dirección lo que convierten esta cinta
en un desastre. También la falta de presupuesto es un gran hándicap para la
película, un ejemplo: estáis rodando un ritual satánico y queréis llenar la
sala de parafernalia satánica, pero como estáis cortos de pelas tenéis que
recurrir a lo que os presten los colegas; tenéis un colega judío que tiene un
candelabro en casa en forma de estrella, pues se lo pedís y lo ponéis ¿Cuál es
el problema? Que la estrella satánica (pentáculo) tiene cinco puntas y la de
David (la judía) seis por lo que pega bastante poco la estrella de David
(sagrada para los hebreos) en un ritual satánico.
Si os animáis a ver esta
película (vosotr@s veréis, yo os he avisado) encontrareis que tiene cero
sangre, cero gore y cero tetas y culos; contemplareis atónitos una nueva forma
de exorcizar al diablo (a pisotones), y el momento clave de la cinta llega al
final,(SPOLIER) imagínate que eres el director de la película, tus amigos han muerto
horriblemente, te persigue un zombie sediento de sangre, tienes una conmoción
cerebral porque te has cocado de cabeza con una lapida de mármol y además se te
ha velado la película que estabas rodando ¿Qué es lo que más te preocupa…? La
película, por supuesto, que para eso eres un profesional. (FIN DEL SPOILER)
Y otros carteles
encontrados en la red:
THE HOUSE OF SEVEN CORPSES
Lo Mejor: Que ya he acabado
de verla.
Lo Peor: Que hasta que
aparece el zombie te tragas una hora de película que a nadie le importa una
mierda.
Puntuación: 1
El Buen Doctor Afirma: De
lo poco interesante que hay es el rodaje en sí es que se puede aprender como es
un rodaje de verdad y, sobre todo, que me ha recordado que en mi próximo corto
tengo que intercalar algunos insertos (que se me había olvidado completamente).
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